Cuarta semana, todo arranca de maravilla y yo ya me estoy acostumbrando a esto de la vida sana, regrese a mi medicina, comiendo tranquilo, y cita con la nutrióloga. Lunes y martes todo tranquilo, miércoles no se porque paso por mi mente que ya era una persona muy sana y que me animo a ir a un restaurante "Vegetariano",(peor idea que puede tener uno cuando se está intentando comer sano, puede salir contraproducente si sabes que muy dentro de uno se lleva un carnívoro pitecantropus), al llegar me ofrecieron una deliciosa ensalada de lechuga, pepinos, zanahoria y rábano, ahora que lo pienso detalladamente ahí es cuando debí empezar a sospechar algo, pero mi mente estaba tratando de luchar contra mi ego que se había elevado por los cielos como Icaro rumbo al sol; después de eso llego una sopita que sabía a sopa de verduras, la única diferencia era que ninguna de las "verduras" que tenía flotando eran conocidas por mi, estoy casi seguro que son desconocidas para la mayoría de nosotros los mortales, pero bueno, al fin sabia a sopa de verduras así que no tuve problemas al comerla; después de la sopa, me ofrecieron algo que parecía carne con calabacitas y mi alma grito "siiiiiiiiiiiii" solo que se le olvido donde estaba, no les voy a mentir, cuando lo probé por primera vez di gracias por que existieran las calabacitas, no se si era carne de soya o algún otra invento hippie que se hace pasar por carne, para colmo me acompañan mi "carne", bueno, mis calabacitas con unas tortitas de algo que al parecer era albahaca, las cuales sabían a una masa que de seguro las vacas les ah de encantar. Espero que todas las personas que lean esto y sean fanáticas de la comida vegetariana no lo tomen a mal, respeto mucho su gusto por la comida, esta solo es una opinión de un hombre de las cavernas (o mexicano) que quiere comer sano y odio la comida vegetariana.
Pasando esta experiencia demasiado extraña, regrese corriendo a mi dieta de sándwiches, ensaladas normales, frutita y con la señora que prepara la comida corrida que extrañe tanto, así que todo volvió a la normalidad jueves y viernes, bueno a la normalidad alimenticia porque para el jueves me entro la loquera de festejar el fin de semana y deje el medicamento, el viernes envié unos mensajes al escuadrón suicida y se armaron los tragos, lamentablemente tengo que decir que mi escuadrón suicida ya puede regresar vivo de una misión, ya ha perdido el toque un poco, recuerdo esas épocas cuando se juntaba el escuadrón cada jueves para sembrar terror en el universo, ahora uno se me queda dormido por el cansancio del trabajo, otro se lo lleva su señora que por que tenían que ver a no sé quién en la mañana y el otro se me queda dormido, lo bueno es que siempre contare con el mas darketo de mis amigos para emborracharme hasta la inconciencia y al fin de cuentas me la pase bastante bien con los amigos, lo malo es que ya no recordaba lo que se siente estar crudo en sábado, es de los peores sentimientos que existen y más cuando tu novia no puede estar contigo, lo bueno es que como estaba en un fin de semana libre pude romper toda la reglas de la dieta y fui a comprar mi medio kilo de tortilla, un guacamole, nopalitos y chicharrón para prepararme unos deliciosos tacos placeros los cuales me supieron a gloria, digo los 4 que me pude comer antes de sentir como mi estómago se empezó a quejar a mas no poder, esto aunado con el dolor de cabeza y el resto de los síntomas clásicos por lo que opte por apagar el sistema y seguir durmiendo.
Para el domingo continuó la fiesta, domingo de estadio pude chelear como se debe, compartir el momento con todo el grupo modelo el cual tuvo apoyo del grupo "propeller", los denomino así debido a que trabajan en una cervecería de ese nombre en Canadá, cuyos integrantes era un amigo que no había visto en mucho tiempo porque se fue a vivir a Canadá, su hermano y una par de canadienses que al principio muy serios, pero en cuento sintieron la pasión mexicana por el futbol se prendieron como cualquier otra persona en el estadio, eso si, salieron rojos del sol, ya ven como son los canadienses de blancos y cuando se broncean nunca logran estar bronceados, solo terminan rojos. Saliendo del partido nos reunimos en el área del carnaval para seguir celebrando a nuestro equipo que afortunadamente en el último minuto logro anotar 2 goles. Saliendo de ahí hicimos base en la casa donde me tuve que comer un par de tacos de frijolitos con chicharrón, no porque se me antojara (aunque si se me antojaron mucho) pero por que no habíamos comido y solo ese tenía mi querida tía que nos atendió de maravilla. Pero todavía no termino el domingo, de ahí fui a una comida familiar de mi novia, aunque llegamos al final nos obligaron a comer quesadillas de sesos de las cuales me tuve que comer tres, solo porque me obligaron, la verdad yo no quería. Terminamos ahí y salimos corriendo a continuar la fiesta con el grupo "propeller" ya que para colmo de males era cumpleaños del hermano y pues los tuvimos que acompañar, ahí siguió corriendo la cerveza como se debe y unos cuantos sandwichitos, ya para cuando llego el pastel mi estómago ya estaba a punto de explotar, ok siendo honesto, simplemente no se me antojo. Ya para terminar la velada nuestros amigos del grupo "propeller" también tienen un grupo de música y nos deleitaron con unas cuantas rolas.
RECUENTO: Que conclusiones puedo sacar de esta semana, número uno, no comer en restaurantes vegetarianos; dos, citando a Clive Owen en Sin City, "no dejar salir a la bestia" en verdad se ponen muy salvajes los fines de semana; tres, tratar de convertir la intención de hacer ejercicio en una acción. También prometo sacar mi sita para la nutrióloga la semana que entra.